El comienzo de Celine Song como escritora fue en el teatro. En 2019 debutó con la puesta en escena ‘Endlings’ en el American Repertory Theatre. Para televisión lo hizo en 2021 escribiendo ocho capítulos de la serie ‘The Wheel of Time’, la cual es basada en las novelas homónimas de Robert Jordan.
Su llegada al cine se produjo apenas hace dos años con la celebrada y multi nominada ‘Past Lives’. Más de 60 nominaciones en diversos festivales de todo el mundo y cerrando la temporada de premios con las nominaciones a los Oscares a Mejor Película y Mejor Guion Original.
Song presenta ahora su segundo largometraje, ‘Materialists’ (‘Amores Materialistas’ en México), protagonizada por Dakota Johnson, Pedro Pascal y Chris Evans y con la que continúa con la exploración de las relaciones sentimentales en la época moderna.
‘Materialists’ comienza con la recreación de la primera pedida de mano en la historia de la humanidad, en la edad de piedra, hace unos 500,000 de años. Ya en la época moderna, se presenta a Lucy Manson, una casamentera en Nueva York. Su labor es generar citas con parejas potencialmente adecuadas para los interesados. Y justo celebra su boda número 9 entre Charlotte B. y Peter C.

Es en la boda donde conoce a Harry C. hermano de Peter C. y en la misma boda se reencuentra con John Fich, ex novio de ella. Un actor de poca suerte que completa los gastos trabajando de mesero y que además, a sus años, vive con roommates.
El conflicto que se desarrolla con Lucy parte de la pregunta que se presenta en la publicidad de la película: “¿Cómo eliges entre la vida que deseas y el amor que necesitas?”. Lucy tiene la ‘oportunidad’ de elegir una vida con un ‘tipo perfecto’ o un ‘tipo pobre’.
El termino con el que Lucy denomina a Harry C. termina siendo adecuado desde el léxico financiero: si acá un ‘unicornio’ es una empresa emergente valorara en más de mil millones de dólares, que no cotiza en la bolsa y sobre todo, no es parte de un gran grupo empresarial; allá es un tipo que paga las cuentas sin miedo, la lleva a lugares caros. Un unicornio es una fantasía imposible; además de inteligente, con un ingreso ideal, una formación ideal, un estilo de vida ideal, una altura ideal, atractivo, con buen cuerpo, encantador y además de un penthouse en Tribeca… en la cinta los atributos siguen. Peroooo… hay algo en Lucy que no le termina de convencer. “Podrías conseguirte a alguien mejor”, dice ella. Él piensa que aún con tanta perfección no tiene nadie con quien compartir su vida.

Paralelamente a la situación de Lucy, se presenta varios perfiles de personas que buscan una cita pero la cinta fija la atención en el caso de Sophye, una clienta de Lucy que batalla por poder cristalizar una cita y cuando la consigue, es agredida por un tipo que la acosa y se queda afuera de su casa, causándole temor y miedo a Sophye
“Nuestra media naranja está ahí afuera o en una aplicación. Pero el final feliz de una primera cita, no es la segunda cita. Es cambiarse los pañales entre sí y enterrar al otro. Buscamos a un compañero para el hogar de ancianos y la tumba. Quién sea nuestra pareja determina toda nuestra vida y cómo vivimos. No por uno, dos o diez años, sino… para siempre” dice Lucy antes de la boda y antes de conocer a Harry C. y antes de intimar con él, de pensar en vivir una vida con él y de realizar un viaje a Finlandia donde hubiera cambiado todo. Aunque hay experiencias decisivas y situaciones que ponen en conflicto a Lucy, termina siendo firme en esa idea.
Puede que John sea un tipo pobre, pero le ofrece lo más grande que tiene: un amor sincero y honesto para toda la vida.
La cinta es esperanzadora en un tiempo en que predominan el culto a la imagen y al placer y se deja de lado el amor sincero y sin otro interés más que compartir la felicidad con el otro. Una película a la altura de ‘Perfect Days’ de Wim Wenders.
Aunque Zygmunt Bauman siga teniendo la razón, hay excepciones.
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