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‘La estación de las mujeres’, de Carla Guelfenbein

  • Categoría de la entrada:libros
  • Tiempo de lectura:5 minutos de lectura

R. de la Lanza

En un jardín frente al Barnard College en Nueva York hay una de muchas bancas de cantera con textos grabados en ellas. Son parte de la obra de la artista conceptual norteamericana Jenny Holzer. El texto de esa banca en particular desencadena un ramillete de relatos que se persiguen y enlazan entre sí como en una fuga de Bach cuya polifonía se descompone en las vidas de las mujeres y en la cual la espera es el tema principal.

Es el mecanismo narrativo de La estación de las mujeres, la nueva novela de Carla Guelfenbein. La primera de esas melodías-historias es la de Margarita, que está sentada precisamente en esa banca el día de su cumpleaños. Ya casi termina el día y su esposo no la ha felicitado. Margarita está segura de que él la engaña con una de sus jóvenes y hermosas alumnas.

Carla Guelfenbein

La fuga nos lleva con Margarita hasta que da con Juliana, una pastelera ya entrada en años, que le pide ayuda para descubrir la identidad de una mujer a la que conoció en las cercanías de la misma universidad cuando Juliana tenía 13 años, encuentro que le cambió el rumbo de la vida.

De pronto damos un salto al pasado. En 1946, Elizabeth huye de la acomodada vida de apariencias y prestigio a la que está destinada viviendo en la mansión familiar, y se instala sola en Nueva York. Ahí se enamora de un hombre.

Un par de años después, 1948, estamos con Doris Dana, una mujer muy cercana a Gabriela Mistral, íntimamente cercana, pero de quien ya hace buen tiempo que no recibe carta. A pesar de amar a la poeta chilena, Doris ha pasado la noche con Aline, una amiga de la infancia.

De vuelta a la actualidad, conocemos la historia de Anne, quien abandona su trabajo (y vivienda) como conserje de un edificio, y desaparece sin avisar a nadie. Su madre sospecha que ha emprendido la búsqueda de su padre.

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Margarita da el arranque al mecanismo narrativo cuando toma la determinación de no esperar más. Se propone descubrir la infidelidad de su esposo, pero en la empresa se topa con Anne, la conserje. Es la última vez que alguien la ve; está leyendo un libro curioso: Cómo desaparecer en América sin dejar rastro.

Lleno de citas de la propia artista Holzein, de Virginia Woolf y de la propia correspondencia entre Doris Dana y Gabriela Mistral, este texto de Carla Guelfenbein —Premio Alfaguara de Novela 2015 por Contigo en la distancia—, pasa veloz, como las fugas musicales.

La estación de las mujeres
Carla Guelfenbein
Alfaguara
(Narrativa Hispánica)

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