La banda, reconocida por su rock único y vibrante, se rescató a sí misma en 2004 al sumergirse en sus influencias de blues con este álbum tributo.
Aerosmith es una de las bandas más icónicas y exitosas de la historia del rock and roll. Formada en 1970 en Boston, Massachusetts, la banda ha estado en el ojo público durante más de cinco décadas y ha influenciado a muchas generaciones de músicos.
Pero después de Get A Grip (1993) la medida había quedado muy alta. Ni Nine Lives (1997) Ni Just Push Play (2001) habían estado a la altura, de hecho, el propio Joe Perry llegó a comentar que la grabación de este último había sido para él toda una lección de cómo no se debe grabar un disco de Aerosmith.
En 2004, Aerosmith decidió volver a sus raíces. Para empezar, el nuevo álbum rendiría homenaje a las influencias que los habían llevado a formar la banda. Ese álbum se llamó Honkin’ On Bobo.
Volver al origen
Este disco fue una oda al blues y al rock and roll de los años 50 y 60, y Aerosmith decidió grabarlo en un estudio en vivo en lugar de en un estudio de grabación convencional. La intención era capturar la energía y la emoción de un show en vivo, y para lograrlo, la banda trajo algunos de sus músicos favoritos para colaborar en la grabación.
Pero el blues de medio siglo no fue el único origen all que volvieron. También recuperaron a Jack Douglas, quien había sido su productor en varios de sus álbumes más exitosos de la década de 1970.
Into the grind…
La grabación de Honkin’ On Bobo fue un proceso colaborativo y emocionante para la banda. La banda decidió grabar el álbum en tomas en vivo en un estudio, para así capturar la energía y la emoción de un show. Pero además, el álbum incorporó a varios músicos invitados para colaborar en la grabación, entre que se encontraban Johnny Winter, que tocó la guitarra en la canción «Never Loved a Girl»; Brad Whitford, que tocó la guitarra en «Back Back Train», el guitarrista de blues Derek Trucks y el baterista Tyler Eng, ambos de The Allman Brothers Band.
Aerosmith: Recording «Honkin’ on Bobo» from Michael Coleman on Vimeo.
La combinación de la experiencia de Douglas como productor y la energía y la pasión de la banda y sus invitados hicieron de Honkin’ On Bobo un álbum verdaderamente especial y auténtico. La colaboración y la química entre los músicos fueron evidentes en las canciones finales, y el álbum recibió críticas positivas de la prensa y los fans.
El resultado fue un álbum auténtico y vibrante que captura la esencia del blues y el rock and roll. Canciones como «Road Runner» y «Baby, Please Don’t Go» muestran la habilidad de Aerosmith para interpretar clásicos del blues con su propio estilo único.
Además de las canciones originales, Honkin’ On Bobo también incluía versiones de algunos de los temas más emblemáticos del blues y el rock and roll, como «Shame, Shame, Shame» de Jimmy Reed y «Eyesight to the Blind» de Willie Dixon.
El legado
La crítica no fue nada complaciente, pero tanto Metacritic como Rolling Stone, Blender y todos los expertos coincidían en algo: Honkin’ On Bobo es un disco “exagerado”, altisonante, que se queda lejos de lo que la solemnidad que exige un tributo al blues, pero que eleva enormemente el nivel de la «plática» en el rock actual, un álbum de blues diferente a la mayoría porque, en lugar de hacer versiones de portada “respetables“, hacen versiones de portada bastante poco respetables como «You Gotta Move». El álbum, para él, demuestra que Aerosmith todavía puede rockear.
El lanzamiento de Honkin’ On Bobo demostró que Aerosmith todavía tenía mucho que decir y mucho que ofrecer, y que la banda seguía siendo una fuerza importante en la música. Con su mezcla de blues, rock and roll y su propio estilo único, Honkin’ On Bobo se convirtió en uno de los discos más emblemáticos de Aerosmith y un recordatorio del talento y la dedicación de la banda a su música y su arte.
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