R. de la Lanza
En marzo de 2004 Aerosmith, que había dejado de trabajar con Geffen Records, lanzó Honkin’ on Bobo, un álbum de covers de blues grabado en un rancho de Steven Tyler. A la lista agregaron una pieza original que acabó siendo un rotundo éxito. Estaban siguiendo el derrotero marcado Eric Clapton, con sus álbumes From the Cradle (1994), Riding with the King (2000) tributo a y con B.B. King, al que siguió otro proyecto igual con Robert Johnson, Me and Mr. Johnson (2004).
Es bien sabido que los de Boston son una influencia musical y grandes amigos de los Guns N’ Roses. Así que cuando supe que Slash estaba por lanzar su propio disco de blues con colaboraciones supe que no iba a decepcionarme.
Así que el lanzamiento de “Killing Floor”, simplemente confirmó mis altas expectativas: un cover de una pieza inmortal de Chester Burnett, con Steven Tyler en la armónica, los solos virtuosos de Slash, tocados en una guitarra que no es una Les Paul, y con la voz grave y aguardentosa de Brian Johnson —sí, dije grave; y sí, estoy hablando de la voz principal de ACDC— me dejaron con el oído embelesado.
Lo que siguió fue esta maravilla.
Así es. Demi Lovato en el que posiblemente es su mejor colaboración, tocando un profundísimo y largo blues de Norman Whitfield y Barrett Strong
La orgía
En la religión de la Antigua Grecia, las orgías eran ceremonias de ritos extáticos. En la literatura griega clásica, el éxtasis se refiere a un estado de plenitud máxima, asociado con una lucidez intensa que dura unos momentos. Tras su fin, la vuelta a la cotidianidad puede verse incluso transformada por el evento previo, pudiéndose sentir aún algún grado constante de satisfacción.
Y aquí es donde yo mejor me hago a un lado para que disfrutes de un making of.
Más abajo te dejo el playlist de Spotify, para que disfrutes de la orgía de los condenados de Slash.
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