Amairany Díaz, influencer altisonante [fotos]

La joven influecer es multifacética: modelo, cantante, y DJ.

Desde Sughey Ábrego hasta Celia Lora, cada vez más mujeres derriban el tabú de la sensualidad y el erotismo como mensaje principal para dejar al mundo.

También Amairany Díaz se ha viralizado a partir de su contenido para adultos, una línea que ya han cruzado muchas mujeres en lo que todas ellas definen como un franco desafío contra la doble moral, una denuncia que ya es tan incuestionable que se ha vuelto un cliché, y que combaten con otro cliché:

Esta frase que es, quizás, el pináculo de la corrección política, también se yergue como la bandera de la inclusión total, una tendencia a la que no sólo se han unido personas y grupos activistas, sino marcas y empresas multinacionales, que han cambiado su discurso para adecuarlo a ese axioma de la posmodernidad.

Es por eso que Amairany ni siquiera se cuestiona si sacar ventaja económica de sus dones corporales tendría un aspecto negativo; por el contrario, goza y disfruta su trabajo, según lo expresa al relatar su historia:

Es algo hasta un poco adictivo. Cuando yo descubrí mi fascinación por la cámara fue porque me di cuenta de que me gustaba esa sensación de verme a mí misma a través de la lente. Me encantó mi cuerpo, me enamoré de mi cuerpo y la razón para presentárselos a otras personas no era por lo económico, sino que era una manera de sentirme bien conmigo.

Porque la otra premisa del mood posmoderno es precisamente esa reconciliación casi narcisista con lo que vemos en el espejo y lo que nos muestran las cámaras sobre nosotras mismas.

Pero que nadie crea que se trata de un asunto enteramente superfluo como puede parecer cualquier cosa relacionada con el aspecto físico. Amairany llegó a ser célebre porque su primera vocación fue la música.

Todo empezó un día que empecé a cantar. En mi familia me decían: Oye, cantas bonito, deberías intentarlo.

Ese deseo se convirtió en su proyecto de vida. Sin ningún contacto con el mundo de la música, se las arregló para conocer a un productor que le ayudó a producir sus primeras canciones.

A la vuelta de la esquina, Amairany se topó con lo que es hoy la pasión que la consume:

Empecé a trabajar en colaboraciones y un día me invitaron a una sesión de fotos; eso me apasionó. Me llamó más la atención ser modelo. De un fotógrafo llegué a otro y así surgió una invitación para unas sesiones de fotos.

No es difícil imaginar el escenario consecuente, el encanto del modelaje:

En lo personal me gustaba mucho ese tipo de fotos y a mi público de redes sociales también. Ahí fue cuando se dio la idea del contenido más sexy, pro no vulgar. Me dijeron: oye, eres muy bonita, deberías intentarlo. Y un día lo hice, me gustó, me sentí cómoda y resultó.

Por supuesto, en el camino se ha topado con los obstáculos de los prejuicios y las críticas, pero Amairany, una vez más, tiene afiladas las armas de su generación para lidiar con cualquier tipo de crítica:

A los malos comentarios no les doy relevancia, no les doy importancia. ¿Por qué? Porque al final del día provienen de personas negativas consigo mismas. Siempre lo he dicho: en la sociedad todavía hay ciertas cosas en las que no está muy abierta y también debemos de entenderlo. No todos piensan como nosotros, pero esos comentarios negativos los evito.

Y la vida ha sido buena. Muy buena. Tanto, que le ha permitido a Amairany cumplir su primer sueño acariciado: los fines de semana trabaja como DJ en un restaurante-bar del centro comercial Perisur, donde colabora desde hace varias semanas.

Para aquella legión despistada, que aún no lo sepa, Amairany Díaz está en Tiktok como Amäiranï Dïax y en Instagram como @SherlynDiaz523.

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*Con información de VHSC.